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El Hornado de Betsabé

Si ha escuchado  hablar del hornado, esa deliciosa carne al horno, acompañado de lapingacho y ensalada, posiblemente le han hablado y recomendado pasar por donde Doña Betsabé en la vía Torobajo al lado de la Universidad de Nariño. 

Ella misma lo describe como el jugoso hornado Ipialeño, y esa es precisamente parte de su fama. 

Hace 17 años que Betsabé llegó de Ipiales para dedicarse a la venta de hornado, persiguiendo la receta  de su suegra, quien se la dejó de herencia para continuar con su legado.  

En Ipiales la técnica de preparación del hornado era muy diferente a como se venía trabajando en Pasto, así que al inicio no fue tan fácil introducir esta nueva receta donde el hornado terminaba de cocinarse en su propia agua producto de la deshidratación del cerdo.  

Para iniciar corrieron el riesgo junto a su esposo de traer dos perniles para venderlos en Pasto, preparados desde su casa en la ciudad de Ipiales. La gente inicialmente no tomó muy bien el que el hornado estuviera en agua y muchos creían que estaba nadando en aceite, así que las ventas no fueron las que ellos esperaban. Fue el aprendizaje personalizado que ellos mismos asumieron con sus clientes y el voz a voz, la red social por excelencia para los negocios que no cuentan con ella, lo que marcó la diferencia. Poco a poco y con mucha paciencia la gente empezó a comprender esta nueva propuesta gastronómica que se ubicaba cada fin de semana al filo de la carretera. 

Al Hornado que prepara Betsabé lo acompaña una deliciosa bebida tradicional como lo es la chicha preparada naturalmente con productos y esencias a base de hierbas, maíz, cedrón, piña y lulo dejado en fermentación durante 3 días para obtener su espesor característico.

En este pequeño rincón, esta caseta que junto a su esposo arman diariamente es donde llegan las personas a probar su receta. desde conductores de buses y taxis, funcionarios y hasta los ciclistas que suben hasta Nariño  y recompensa su esfuerzo con un  buen plato de hornado. Un plato lleno de los colores de la tierra, con los sabores típicos del sur de Nariño. 

Doña Betsabé pertenece a esa larga tradición de mujeres que sacan adelante su hogar a punta de trabajo duro, construyendo negocio de la nada, un negocio patrimonio de su familia, cimentado en un trabajo que inicia desde muy temprano y que sale adelante soportando lluvia, viento, polvo y miles de condiciones desfavorables que en la actualidad desanimarían a los nuevos empresarios que flaquean ante la primera adversidad; ella nos demuestra que estos contratiempos no hacen más que fortalecerla.

GALERÍA FOTOGRÁFICA

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